Enseñar al perro a mecanizar conductas útiles en diferentes contextos cotidianos para facilitar las rutinas diarias.
Impregnar al perro de experiencias positivas en cuantos contextos sean posibles, para que le aporten equilibrio y seguridad en el entorno en el que se desenvuelve.
Trasladar al perro la obediencia desde la necesidad de ofrecer respuestas rápidas.
Enseñar al guía a fortalecer y manejar el interés y la atención del perro.
Enseñar al guía a conocer las principales necesidades del perro.